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Desde el momento en el que se establece un transporte regular entre dos lugares podemos hablar de bucle logístico o circuito cerrado. Un ejemplo de bucle logístico o circuito cerrado es el que se crea entre un centro de distribución central y los puntos de venta o entre el fabricante de un componente de automóvil y la planta de montaje. Los principios de la cadena de suministro cerrada se refieren a la idea de que la cadena de suministro debe mantener y recuperar el valor de los embalajes no utilizados, optimizando la eficiencia y reduciendo los residuos al mismo tiempo. Los embalajes retornables y plegables son ideales para los bucles logísticos porque se pueden reutilizar de forma continua y plegar cuando estén vacíos para reducir el espacio y, por lo tanto, el número de camiones para el transporte.

FLC, por sus siglas en inglés, significa contenedor grande plegable. Es un contenedor diseñado para optimizar el espacio cuando no se usa gracias a su faja plegable.

RTP, por sus siglas en inglés, significa embalaje de transporte retornable o embalaje de transporte reutilizable que permite transportar las mercancías entre dos entidades en múltiples ocasiones frente al tradicional embalaje de un solo uso.